Hay días en los que me gustaría vivir en una casa de ambientes de estilo gustaviano, rodeada de muebles patinados en suaves colores: cremas, grises, azules claros; en un espacio luminoso y muy acogedor sin demasiados sobresaltos visuales.
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Hay otros en los que no dudaría ni un instante y me animaría a la combinación de texturas visuales como la alfombra a rayas y los estampados con flores, en donde los colores pasteles son los protagonistas y donde predominan los objetos antiguos en contraste con otros más modernos.
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Yo creo que este dilema se resolvería teniendo una casa para vivir y otra de fin de semana!
Por ahora me conformo con mirar y seguir inspirándome.
Buena semana!
Yo me quedaría con la segunda opción bien colorida!!
ResponderEliminarSaludos! Marisa
Me pasa lo mismo! pero también me voy a tener que conformar con mirar o apostar por algún detalle que no desentone. saluditos!
ResponderEliminarYo siempre dije que necesitaría por lo menos 3 vidas para tener todas las casas que me gustaría. Me encantan estilos tan opuestos que sería imposible que convivieran en la misma casa. Decoración Real.
ResponderEliminarY bueno, soñar no cuesta nada, yo también sueño con dos casas, o también podríamos pedir una en la playa para las vacaciones, no? beso!
ResponderEliminarSí, la opción colorida se aplica más a la vida cotidiana no? Adoro el gustaviano pero me parece que es más dificil vivir en la monocromía..
ResponderEliminarUna casa en la playa definitivamente sería una solución a nuestro problema! Besos!!
me sucede exactamente lo mismo!!!
ResponderEliminarcariños y un gusto visitarte para inspirarme.